viernes, 31 de octubre de 2014

Hábitos saludables.


La mala salud física repercute en la emocional (una nutrición deficiente o la falta de sueño, por ejemplo, nos harán estar faltos de concentración, irascibles, con el ánimo bajo...). Del mismo modo una mala salud emocional se dejará ver en nuestro cuerpo (cuando sufrimos de estrés o ansiedad excesivos, pronto notamos síntomas como problemas digestivos, caída de cabello, palpitaciones... ).
Cuerpo y mente están conectados, trabajan juntos.
Y para cuidarnos, vigilaremos tanto el bienestar físico como el psicológico.

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