viernes, 24 de octubre de 2014

Una caña de bambú para el más tonto: Cuento corto.


"En una próspera región del Antiguo Oriente reinaba cierto monarca, famoso por su carácter caprichoso y egoísta. Un día se le antojó hacerle un encargo al hombre más sabio de la zona y le hizo llamar.

Sólo lo que acumulas dentro de ti,
te pertenece.
" Tu rey quiere que tomes esta caña de bambú y que recorras todo el reino con ella. Viajarás sin descanso de ciudad en ciudad, de pueblo en pueblo y de aldea en aldea, y así, cuando encuentres a una persona que consideres la más tonta, deberás entregarle esta caña de bambú"…

El sabio maestro, mirándole fijamente a los ojos le dijo:

"Aunque no reconozca otro rey que mi verdadero yo interior, señor, habré de hacer lo que tu me dices. Me pondré en camino enseguida".

El maestro, cogió la caña que le había dado el monarca y partió raudo. Viajó sin descanso. Recorrió muchos lugares y conoció muchas personas, pero no halló ningún ser humano al que considerase el más tonto.

Transcurrieron algunos meses y volvió hasta el palacio del rey. Allí le informaron de que el monarca había enfermado de gravedad y corrió hasta sus aposentos. Los médicos, le explicaron al maestro que el rey estaba en la antesala de la muerte y se esperaba un fatal desenlace en minutos. El maestro se aproximó al lecho del moribundo…

Con voz quebrada pero audible, el monarca se lamentaba:

¡Qué desafortunado soy, pero qué desafortunado! Toda mi vida acumulando enormes riquezas y, ¿qué haré ahora para llevarlas conmigo? ¡No quiero dejarlas!
Ahora que estás aquí, en tu sabiduría, quiero que me proporciones la solución. Le dijo al maestro.

La respuesta del sabio no se hizo esperar:

Sólo aquello que acumulas dentro de ti mismo te pertenece. No hay mayor tesoro que el amor.

Y tras decir esto... le entregó la caña de bambú al rey."

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