viernes, 5 de diciembre de 2014

El punto.

"Hoy, la profesora ha entrado a la clase y les ha dicho a sus alumnos que se preparen para una prueba sorpresa.
Seguidamente, les entrega las hojas del examen con el enunciado hacia abajo, para que no se vea lo que contienen.

Una vez entregadas todas las hojas, los alumnos ya tienen permiso para ver el contenido del examen. Para sorpresa de todos, es una hoja en blanco que tiene en el medio un punto negro. Viendo las caras atónitas de todos sus alumnos, la maestra les dice: "Ahora van a escribir una redacción sobre lo que están viendo".
Todos los jóvenes, confundidos, se pusieron a pensar y a escribir sobre lo que veían. Terminado el tiempo, la maestra retira las hojas y comienza a leer las redacciones en voz alta.
Todas, sin excepción se referían al punto negro de diferentes maneras.

Terminada la lectura, la maestra comienza a hablar de la siguiente manera:
- Este examen no es para darles una nota, mi pretensión es que les sirva como lección de vida:

Nadie habló de la superficie en blanco, que es la que ocupa mayor espacio, todos centraron su atención en el punto negro.
Esto mismo suele pasar en nuestra vida, en ella tenemos una hoja en blanco entera, para ver y aprovechar, pero nos centramos mucho en los puntos negros.
 La vida es un regalo, siempre tenemos algún motivo para festejar, por nuestros logros, por nuestra familia, por los amigos que nos apoyan, por el empleo que nos da el sustento, por las cosas positivas que nos suceden diariamente, y no obstante insistimos en mirar el punto negro, ya sea la falta de dinero, achaques de salud, la difícil relación con un familiar, o la decepción con un amigo.
Los puntos negros son minoría en comparación con todo lo que diariamente obtenemos, pero ellos ocupan nuestra mente durante demasiado tiempo.

{Intentemos no prestar tanta atención a los puntos negros,
aprovechar cada momento y ser más felices}".


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